Barcelona, la desesperación de encontrar terrazas cálidas, ochocientos cigarros liados. Lo que comienza a las cinco de la tarde, parece no encontrar un punto final. Fluir, romperse la cabeza, vivir. Sabiendo que al día siguiente lo de siempre: resaquita.

Un grupo de mujeres reunidas y comprometidas con la causa de juntarse por el simple hecho de juntarse entre ellas. A beber, a cotillear, a confesar lo inconfesable. Dispuestas a debatir, reír a carcajadas, y por qué no, a consumirse de la ansiedad.

Ser una mujer libre es un vértigo constante, es cerrar los ojos al borde del abismo. Una vez que se enfrenta este miedo, la vida se convierte en una celebración, un parque de juegos.

Ya van por la tercera caña, y es aquí cuando todo se tuerce.

Y al mismo tiempo, todo se conquista.

Si piensas que sabes de lo que habla un grupo de mujeres bebiendo cañas en una terraza al sol, ¡no tienes ni la menor idea!

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Carolina Barreiro Viana - carob.viana